Edición
10, enero-junio 2024
MARKETING VERDE:
SOSTENIBILIDAD COMO ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO
MBA. Lizzy Picado
Sandí
Dirección Carrera
de Marketing, Finanzas y Negocios Internacionales y Técnicos Universidad San
Marcos
DOI: https://doi.org/10.64183/205q3634
En
la actualidad, el marketing verde ha surgido como una respuesta más consciente
ante el impacto ambiental de las actividades empresariales. Se ha consolidado
como una estrategia clave para el desarrollo de negocios en diversas áreas. A
medida que los consumidores se vuelven más sensibles, responsables y
comprometidos con la protección del medio ambiente, las empresas deben
adaptarse a estas demandas. El marketing verde no solo responde a las
tendencias actuales de sostenibilidad, sino que también brinda una ventaja
competitiva al integrar prácticas respetuosas con el entorno en la estrategia
empresarial. Esta aproximación puede fortalecer significativamente la posición
de una empresa en el mercado, al alinear su imagen con los valores ecológicos
de los consumidores.
¿Qué
es el Marketing Verde?
El
marketing verde, también conocido como marketing ecológico, se centra en la
promoción de productos y servicios que están alineados con la protección del
medio ambiente. Este enfoque no solo contribuye a la conservación de los
recursos naturales, sino que también apoya prácticas como el reciclaje de
materiales, la reducción de emisiones de carbono y la participación en
iniciativas de conservación. A diferencia del marketing tradicional, el
marketing verde destaca los beneficios ambientales de los productos y
servicios, estableciendo una conexión auténtica con los consumidores que
valoran la sostenibilidad. Este enfoque permite a las empresas construir una
relación genuina con su audiencia, basada en valores compartidos de respeto y
cuidado por el entorno.
Recibido: Setiembre, 2023. Aceptado: Noviembre, 2023
Received: September, 2023. Accepted: November, 2023.
Objetivo
del marketing verde
El
propósito del marketing verde es reducir el impacto ambiental y demostrar el
compromiso ecológico de una empresa. Philip Kotler lo cita en algunos de sus
libros así:
“El
objetivo del marketing verde es comunicar las ventajas ambientales de productos
y servicios, fomentando la sostenibilidad y generando valor para el consumidor
a través de prácticas empresariales responsables”. Esta cita subraya la
importancia de emplear el marketing verde para destacar las ventajas ecológicas
y establecer una conexión significativa con los consumidores. Las marcas que
están profundamente comprometidas con el medio ambiente pueden construir esta
relación, y esto es factible para casi cualquier empresa. Esto abarca desde la
implementación de prácticas de producción sostenibles hasta la creación de
productos ecológicos y la reducción del uso de plásticos.
El
marketing ecológico ofrece diversos beneficios. Entre ellos, destaca cómo las
empresas que adoptan prácticas ecológicas pueden diferenciarse al ofrecer
productos sostenibles y procesos de producción menos contaminantes. Esta
estrategia no solo mejora la imagen de la empresa, sino que también atrae a
consumidores con una mentalidad sostenible.
Otro
aspecto clave es la fidelización del cliente, ya que muchos consumidores basan
sus decisiones de compra en la responsabilidad ambiental de las marcas. Las
empresas que muestran un compromiso auténtico con el medio ambiente tienen la
oportunidad de construir una base sólida de clientes leales.
Entre
los beneficios destacados se encuentra el cumplimiento normativo. Al integrar
prácticas sostenibles en sus procesos, las empresas facilitan el cumplimiento
de las regulaciones ambientales, evitando así posibles sanciones. A nivel
internacional, las normas ambientales juegan un papel muy importante en la
selección de proveedores, siendo especialmente rigurosas en el caso de las
empresas europeas. Estas compañías exigen que sus proveedores cumplan con
marcos normativos ambientales, como la ISO 14001. Esta norma, parte de la serie
ISO 14000, establece los requisitos para un Sistema de Gestión Ambiental (SGA).
La ISO 14001 permite a las organizaciones mejorar su desempeño ambiental,
cumplir con las regulaciones y reducir su impacto mediante un enfoque sistemático
para gestionar y controlar sus procesos y prácticas ambientales.
Por
último, la adopción de prácticas ecológicas puede proporcionar una ventaja
competitiva significativa. A medida que crece la demanda de productos
sostenibles, las empresas que no se adapten a estas tendencias podrían quedar
en desventaja frente a la competencia.
Estrategias
para implementar Marketing Verde
La
reducción del consumo de recursos y residuos es esencial para que las empresas
adopten prácticas que minimicen el uso de materias primas y la generación de
desechos. Esta filosofía se alinea con el concepto de Cradle to Cradle
(De la cuna a la cuna), desarrollado por el arquitecto y diseñador William
McDonough y el químico Michael Braungart. En su libro Cradle to Cradle:
Remaking the Way We Make Things (2002), McDonough y Braungart presentan un
modelo de diseño en el que los productos son creados para que sus componentes
puedan ser reutilizados o reciclados infinitamente. Este enfoque emula los
ciclos naturales, donde los desechos de un proceso se transforman en nutrientes
para otro. Así, el concepto de Cradle to Cradle busca eliminar el concepto de "desecho"
en el diseño industrial, promoviendo una economía circular y sostenible.
Promover
el consumo responsable es otra estrategia clave, ya que busca ofrecer productos
duraderos y fomentar la reutilización en lugar del consumo rápido. Las
temporadas de ventas y eventos especiales son momentos ideales para destacar
estos principios.
Adquirir
certificaciones ambientales también es altamente beneficioso, ya que estas
certificaciones validan el compromiso ecológico de los productos de una
empresa. Las etiquetas proporcionan credibilidad y ayudan a los consumidores a
identificar claramente los productos verdaderamente sostenibles, algo muy común
en la producción orgánica. Estas certificaciones varían según el país, como la
USDA Organic en Estados Unidos, emitida por el Departamento de Agricultura de
los Estados Unidos (USDA), que certifica que los productos se cultivan sin
pesticidas sintéticos, fertilizantes, organismos genéticamente modificados
(OGM) y siguiendo prácticas sostenibles. Igualmente, existen certificaciones
como EU Organic de la Unión Europea y JAS (Japanese Agricultural Standards),
entre otras. Cada una de estas certificaciones tiene requisitos específicos y
procesos de auditoría para garantizar que los productos cumplan con los
estándares orgánicos y sostenibles.
Participar
en eventos ambientales es otra estrategia efectiva. Esta participación promueve
la protección ambiental y puede abarcar desde campañas locales hasta
conferencias internacionales.
Finalmente,
es vital hacer siempre visible el compromiso con la sostenibilidad. Utilizar
plataformas de comunicación y redes sociales para compartir iniciativas
ecológicas es fundamental, recordando que la transparencia es clave para
construir una imagen positiva y auténtica.
Aunque
muchas empresas actualmente se esfuerzan por incorporar el marketing verde en
sus procesos, algunas recurren al greenwashing, o "lavado
verde". Esta práctica engañosa consiste en presentar productos, servicios
o políticas como más ecológicos de lo que realmente son. El término combina
green (verde) con washing (lavado), sugiriendo que las empresas
están "lavando" su imagen para parecer más respetuosas con el medio
ambiente sin adoptar verdaderas prácticas sostenibles. Esto se logra mediante
el uso de etiquetas falsas, la utilización inapropiada de términos ecológicos o
la presentación de empaques que simulan sostenibilidad.
El
marketing verde no es simplemente una moda; se ha convertido en una necesidad
esencial en el entorno empresarial actual. Implementar prácticas ecológicas no
solo beneficia al medio ambiente, sino que también mejora la imagen de la
empresa y atrae a un creciente segmento de consumidores con conciencia
ecológica. Al evitar el greenwashing y adoptar estrategias auténticas y
efectivas, las empresas no solo contribuyen a un futuro más sostenible, sino
que también se posicionan favorablemente en un mercado competitivo.